miércoles, 8 de junio de 2011

Jaque Mate

Yo moví mi primera pieza del tablero de ajedrez. Aquel fue el momento determinante, tocaba decidir lo que sería en la vida. Alguien protegida por los demás o alguien que lucha contra la adversidad, contra viento y marea. Se me presentaron ante mi los retos más duros acompañados con inoperancia, pero con perseverancia los reté y los vencí uno por uno, aunque una parte de mi cambiara con cada casilla. Cuanto más cerca estaba del final más miedo me entraba. Era inexplicable, no sentía incertidumbre por ganar si no más bien algo me oprimía el estómago y me decía <<no te acerques>>, ironías de la vida porque una vez comenzada la partida ya no había marcha atrás. En fin, así fue como llegué al final de mi camino, de mi jugada perfecta y ¿cuál fue mi recompensa? Un papelito en el que decía <<Gracias por participar>>

3 comentarios:

Beatriz Sanchez Hdez dijo...

Joder Amparo, me da hasta miedo.
Es muy bueno.
No se como se te ocurren estas cosas

AmPi95 dijo...

¿Miedo? jajajaja
mi único objetivo era transmitir la idea de que la vida es una partida de ajedrez.
Graciiiias!! :D

Anónimo dijo...

Bueno al final es un juego. Lo jugamos (no hay demasiadas opciones a esa), no muchos ganan... aunque sunceramente creo que todos quedamos igual cuando el juego termina. Saludos.