lunes, 12 de septiembre de 2011

Tormento en tormenta

Agarrada a mi tazón de leche caliente con ambas manos me asomo a la ventana, donde una tormenta amenaza y azotea el cristal. Algo me oprime la garganta, estoy cansada y no consigo dormir. A penas diez minutos y siempre son pesadillas, pesadillas en las que alguien muere. La tormenta ha acallado cualquier forma de comunicación más allá de las cuatro paredes de mi casa. Debería relajarme y respirar, intentar no preocuparme por las dos que de alguna manera ahora son mis amigas y dormir de una vez por todas. Antes rezaba porque la lluvia repiqueteara contra mi ventana. Me gusta, de hecho. Ahora sólo quiero que termine, pero me aterra el saber que ha pasado, porque de alguna manera sé que haberlas dejado bajo estos truenos fue una mala idea. Algo me dice, muy en el fondo, que esta tormenta es diferente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Algunas tormentas son muy difíciles de pasar...
besines

Beatriz Sanchez Hdez dijo...

joder que imaginacion, muy bonito,

Mh dijo...

dejarse llevar....está hermosisimo <3

David Cotos dijo...

Puede ser diferente.